¡Hola a tod@s! Hoy os quiero mostrar y explicar la versatilidad de este material, el uso al que puede ir destinado, el mantenimiento que tiene, algunos de los modelos que hay en el mercado, etc. Además, os expondré algunos trabajos que hemos realizado con este material.
La polipiel es un material artificial, que durante mucho tiempo ha sido incorporada en ropa de vestir, tapicerías de sofás, sillas, etc. Hoy en día se ha extrapolado a todos los niveles, y la podemos encontrar en salas de espera, pubs, restaurantes, sillines de moto, tapicería de coches, etc.
La polipiel está compuesta por fibras sintéticas como poliéster recubiertas de una o varias capas de polímero (la mayoría de las veces poliamida y en menor medida pcv) por inducción, forro o encolado para darle una apariencia por ejemplo de cuero que resulta difícil distinguir del cuero verdadero a primera vista, pero cuyo coste es bastante inferior al cuero o piel verdadera. Presenta características de elevada elasticidad, resistencia al uso, a los arañazos, a la abrasión y una micro-poriosidad adecuada. Es un material lavable y puede ser limpiado en seco.
En el mercado podemos encontrarla muchas versiones a gusto del cliente, puede ser metalizada, imitación piel animal, con texturas, y muchos diseños de fantasía más. Además de una amplia gama de colorido.
Aquí tenéis algunas muestras con las que trabajo en el estudio.
La polipiel puede ser utilizada con otros tejidos e incorporada en diversas piezas juntos, como en el trabajo que os muestro a continuación, donde podéis ver el antes y el después de un Puf, combinando dos tejidos diferentes, en la parte baja a modo de jareta o pliegue, utilicé un tejido en espiga con relieve aterciopelado en tono rosa palo (esto es un tejido tapicero), y en la parte superior una polipiel en tejido animal tono beige con textura. Se forró el cordoncillo para rematar y cambiamos las patas del elemento.
Aquí tenéis el antes y el después de esta pieza.
La rehabilitación de piezas antiguas me fascina, y a la vista está en muchos de los trabajos que publico en las redes sociales. Como este cabecero antiguo donde se eliminó la talla superior, lacamos el marco de madera en blanco roto y ubiqué una polipiel seleccionada por el cliente, para la zona central acolchándola.
Así le damos una doble vida a los muebles de antaño y los actualizamos a nivel de diseño.
¡Menudo cambio!
Otra opción para este material es el forrado de los cajones y puertas de los muebles, de este modo se personalizan y no existen dos muebles iguales en el mercado.
Esto es algo que me gusta hacer mucho en mis proyectos para aportar un toque distinguido en la pieza.
En este caso que veis, las piezas de mobiliario, se piden al proveedor directamente en crudo, se lacaron en tono blanco roto y se forraron los frentes de los cajones en una polipiel adhesiva, escogí un tirador con cristal de swarovski alargado y cromado.
El resultado fue espectacular y atemporal ¿No os parece?.
Este material es tan versátil como nuestra imaginación nos deje, cuando afronto un proyecto nuevo siempre evalúo la situación del cliente y las necesidades que tiene, por eso, en este ejemplo que veis a continuación, ocultamos los azulejos antiguos de esta barra de bar con unos tableros tapizados y acolchados, produciendo un toque de color en el local.
El cliente solucionó su problema sin obra alguna y de un modo muy económico y duradero.
La limpieza y el mantenimiento es muy sencilla, aunque cada proveedor nos dará sus instrucciones y consejos.
La gran mayoría de las polipieles se limpian con un trapo seco o húmedo con agua y jabón neutro. Al ser un tejido no poroso, lo recomiendo mucho para cabeceros de cama, ya que no se deteriora ni se mancha con la grasa del pelo.
¡Espero que este artículo os haya gustado! ¡nos vemos en el próximo post! 😉😊